miércoles, 18 de julio de 2012


“RECORRIDO DEL SINTOMA”
Puntuaciones sobre el síntoma en Freud
7ª  clase
Síntoma, fantasma y satisfacción
“El sentido de los síntomas”



(Texto desgradabado de la clase “El sentido de los síntomas” a cargo de Mariela Salinas. 07 -06 -2012)

Psicoanálisis y  Psiquiatría (Conferencia 16).

Los fenómenos neuróticos desde la concepción psicoanalítica son tomados como fundamentales para la investigación y en el ámbito psiquiátrico, en cambio, son tomados como conjeturas subjetivas y poco comprometidos con la investigación de las neurosis. Freud al respecto sostiene “oyen con tan poca atención lo que ellos tienen que decirles que se han enajenado la posibilidad de extraer algo valioso de sus comunicaciones, y por tanto de hacer en ellos observaciones en profundidad (Freud, 1917. p. 224)”.
En este momento Freud procura dar cuenta de su labor investigativa, del importante descubrimiento del Psicoanálisis, de los avances y reformulaciones.  El cambio fundamental que habían experimentado las concepciones de Freud hasta el momento de esta conferencia fue, tal vez, su abandono de la noción de una causación puramente traumática de las neurosis y su insistencia, en lugar de ello, en la importancia de las mociones pulsionales innatas y en el gran papel desempeñado por las fantasías. (p. 225) que tuvo su Teoría y hace frente a las críticas por parte de la ciencia.

Por lo tanto Freud sostiene que la acción sintomática:
  • No es contingente.
  • Posee un motivo, un sentido y un propósito.
  • Tiene una trabazón anímica pesquisable.
  • Anoticia de un proceso anímico más importante, el que es ignorado por quien lo realiza.
  •  
El síntoma:
  • Se impone y es importante.
  • Conlleva sufrimiento subjetivo.
  • Amenaza la convivencia familiar
  •  

Caso clínico:

Una dama de 53 años sufre de celos por su marido a partir de la llegada de una carta anónima. Descubre que la misma es enviada por la mucama para dañar a una empleada de la fábrica del esposo. La mucama es despedida pero la empleada no, entonces cada que la señora siente que nombran o la ve por la calle vuelve el ataque de desconfianza, dolor y reproches. La pregunta que se realiza Freud es ¿qué es lo que hace un psiquiatra frente a un caso clínico así? Responde que el psiquiatra intenta primero caracterizar el síntoma mediante una propiedad esencial: argumentos lógicos tomados de la realidad. Si se encuadran dentro de esos parámetros son ideas delirantes, en este caso clínico, la señora padece delirio de celos. El psiquiatra investigará si en la familia se presenta similares perturbaciones psíquicas, buscando una etiología general.
Freud se pregunta si esto basta, el psiquiatra se conforma con el diagnóstico, pero el psicoanálisis va más allá. Señala que los pacientes provocan un paso más. Sostiene que en el caso de esta dama el temor (o deseo) de la infidelidad del marido, está presente antes de la existencia de la carta. En las sesiones había recordado  un intenso enamoramiento por un hombre joven (yerno), estos sentimientos serían algo monstruoso para la señora pero permaneció inconsciente y mediante un mecanismo de desplazamiento se hace patente en el marido, actuando el síntoma como aliviador de sus deseos hacia el yerno. Es así que el síntoma tiene pleno sentido y buenos motivos para mantenerse. Actúa como reacción frente a un proceso inconsciente.

El sentido de los síntomas (conferencia 17).

La manifestación de los fenómenos neuróticos son dejados de lado por la ciencia, el Psicoanálisis toma este desecho que no es nada más ni nada menos que el sujeto en cuanto a su singularidad merece. Freud junto al aporte de otros investigadores (Breuer, Janet, entre otros) se percata del sentido que tienen los síntomas y su relación con las vivencias sexuales infantiles.


Neurosis Obsesiva

Es tratado como un asunto privado por el paciente, que está circunscripto al pensamiento del sujeto, a diferencia de la Histeria que se muestra a través del cuerpo (se torna más enigmática al dar un salto de lo anímico a lo corporal).
Se siente invadido de pensamientos irrelevantes, estas representaciones obsesivas disparatadas, se le imponen y requieren de tal esfuerzo que se torna agotador para el paciente.
Si bien esos impulsos extraños tienen un matiz infantil, su contenido provoca horror al enfermo, lo que lo incita a defenderse por medio de prohibiciones, renuncias y restricciones de su libertad.
Las acciones obsesivas son rituales sobre actividades cotidianas, repeticiones fastidiosas que mortifican pero no pueden ser omitidas. 
No hay ningún logro al desestimar esos pensamientos, ni al tratar de convencer al enfermo a que se distraiga con otras cosas o a realizar algo más racional que esas ideas nimias. Pero el enfermo aún teniendo en claro lo irracional de los pensamientos y acciones no puede hacer otra cosa, solo puede desplazar, permutar, poner en lugar de una idea estúpida otra de algún modo debilitada, desplaza la obsesión pero no puede suprimirla.
La duda acapara todas las actividades e ideas del enfermo, la indecisión corroe hasta el punto de mantenerlo en la imposibilidad del acto por las constantes precauciones y recaudos que hacen que la huida triunfe.
El neurótico obsesivo posee ciertas características como lo son: testarudez, dotes intelectuales superiores a lo normal, una elevación en el plano ético y moral, es correcto más de lo habitual.
La Psiquiatría cataloga las acciones obsesivas pero no hace mucho más. Al eliminar el síntoma, sea empleando psicofármacos o una terapia para la reestructuración del pensamiento (TCC).

Casos clínicos

Una dama de 30 años que repetía las siguientes acciones obsesivas: corría de una habitación a la otra  y se detenía frente a una mesa y desde allí solicitaba la presencia de la mucama a la que le daba alguna orden o no le decía nada y volvía a la habitación primera. Se esclarece dicha acción ante la pregunta ¿por qué hace eso? Moviliza la búsqueda del sentido y en una sesión desliza que hace 10 años se había casado con un hombre mucho mayor que ella y que en la noche de bodas resultó impotente. El hombre corría de una habitación a la otra ansiosamente sin poder llevar a cabo la consumación del matrimonio y en un momento dice: “es como para que uno tenga que avergonzarse frente a la mucama, cuando haga la cama”. Al momento derrama un frasco de tinta en la sábana, pero en un lugar poco apropiado para simular la mancha que debía existir. Esta escena tenía intima relación con la acción obsesiva, la paciente se identifica con su marido y sustituye la cama y la sábana por la mesa y el mantel y actúa ante la mucama reivindicando al marido, dando pruebas de que la mancha del mantel es evidente. El propósito del síntoma figura un deseo, como cumpliendo la acción que anteriormente no fue realizada.
El segundo caso es de una joven de 19 años, hija única, a la que se le impone un ceremonial para ir a dormir, debe asegurarse de no tener ningún reloj cerca, ni que ninguno de los floreros o jarrones tengan la amenaza de romperse, estos reaseguros se justifican para evitar el ruido y mantener el dormir. El ceremonial consta de acomodar de modo especial las almohadas sin que toquen el respaldo de la cama y colocar el edredón de un modo particular, a todas estas exigencias se le suma dejar la puerta de la habitación abierta de modo que se comunique libremente con la habitación de sus padres. Luego de un extenso trabajo interpretativo Freud se sirve de las asociaciones que la paciente hace intentando desentrañar el sentido de su síntoma, así como las fantasías que están en juego en el mismo. La evitación de los relojes está en relación al latir del clítoris excitado, los jarrones representan la virginidad de la muchacha la que teme perder, la ubicación de las almohadas está en intima relación al comercio sexual de los padres, al igual que el insomnio que padecía antes de acudir al consultorio de Freud. Asimismo el ceremonial refleja los deseos sexuales así como también actúa como defensa ante los mismos.

Comentarios respecto de los Casos Clínicos

Dejan claro que los síntomas se enlazan a la vida del enfermo, allí tiene que centrarse el analista “La tarea que se nos plantea no es otra que esta: para una idea sin sentido y una acción carente de fin, descubrir aquella situación del pasado en que la idea estaba justificada y la acción respondía a un fin.”(Freud, S. p. 247), por lo tanto son fenómenos interpretables. A partir de estos dos casos Freud vincula el sentido con la satisfacción.
Si bien recalca la singularidad del sentido que poseen los síntomas, tienen como núcleo una vivencia sexual que fue reprimida. En los síntomas hay una satisfacción en juego. El síntoma es un enigma que puede ser descifrado. Lacan sostiene que el sentido de los síntomas es abordado a partir de la palabra, los significantes son el soporte para conocer el sentido, se explica por el significante. Pero no pueden capturarlo, huye, se escapa. Las palabras no bastan.
La estructura del sentido es la fuga, se hace ver pero no se deja atrapar y con eso nos aproximamos a la satisfacción pulsional que conlleva el síntoma. “La huida es lo real del sentido. Es la manera en que experimentamos en el lenguaje lo imposible de la relación con el sentido” (Miller, 2007, p. 368).
“La propiedad del sentido se hace más evidente en el psicoanálisis porque esta curiosa operación de hacer hablar confronta al sujeto con la relación del significante con el significado, con el querer decir, y con el lograr decir lo que se quería decir, con la fuga-huida del sentido.”(Miller, 2007, p. 375).
Nos plantea que la referencia ineludible que tiene el sentido es el fantasma, que lo real del síntoma pasa por el fantasma. “El fantasma como significación absoluta es el colmo del sentido, pero a la vez está fuera del sentido –como una nada de sentido­­- , el fantasma es lo que nos centra.” (Miller, 2007, p. 370).

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